La Hacienda San Cristóbal es un lugar increíble para contar una historia...  Dicen que cuando los lugares han vivido más de lo que podemos recordar empiezan a contar historias por sí mismos, las crean, las hechizan y las vuelven parte de sus muros, de sus árboles y de sus silencios.

Siempre me han gustado los lugares con rincones mágicos, portones de madera y macetas viejas en las ventanas.   Es como regresar años atrás y sentir que todo puede pasar.  Aquí el tiempo pasa diferente, y se agudizan los sentidos, se escucha el pasar de los caballos, las campanadas de la iglesia y el olor del café de olla.  Aquí se sienten las tradiciones y se vive la paz.

Ligia y Miguel ahora son parte de las historias de esta hacienda.  Su boda fue una mezcla de sabores, de colores, de risas y de mucho amor.  Gracias a ustedes conocí este lugar y pude documentar el principio de esta nueva aventura!

Toda la felicidad del mundo y mucho mucho más para ustedes!